El fast- fashion convierte al desierto de Atacama en un gran basural
Cada año se fabrican 62 millones de toneladas de ropa en el mundo, un 400% más que hace dos décadas. Este aumento en la producción se debe al denominado fast-fashion, esa moda rápida y desechable que lleva a las grandes empresas a presentar más de 50 colecciones al año.
La contracara del consumo desenfrenado de ciertas sociedades es la contaminación desmedida y, los negocios secundarios que hacen algunos países como Chile hayan convertido el desierto de Atacama en un gran basural.
Un informe habla de casi 40 mil toneladas que terminan como basura en la zona de Alto Hospicio, en el norte grande de nuestro país. Prendas fabricadas en Oriente e importadas desde Europa y Estados Unidos se convierten en ropa pasada de moda que transforma y degrada el paisaje chileno.
Chile es el principal importador de ropa usada en América Latina, los comerciantes chilenos seleccionan las prendas para sus tiendas. Lo que no se vende o no se puede exportar ilegalmente a Perú, Bolivia o Paraguay pasa directamente a aumentar el basural textil en el desierto de Atacama.
En medio del paisaje desértico se encuentran grandes “manchas” de basura textil como ropa, carteras y zapatos. Algunos pobladores se acercan al lugar para hurgar entre estos desechos y tratar de encontrar alguna prenda que les pueda servir. Otro problema es que las toneladas de esta basura no son biodegradables y desprenden contaminantes al aire y hacia las napas de agua subterránea.
Se debe tener en cuenta que la fabricación de ropa y calzado es responsable de generar el 8% de los gases de efecto invernadero.
Fuente: http://comunidadtextil.com/