El Velcro

Este producto, tan popular hoy en día, fue inventado por Georges de Mestral,  un ingeniero electricista de origen Suizo.

Mestral estudió en la École polytechnique fédérale de Lausanne. Después de acabar el curso comenzó a trabajar en una tienda de máquinas de una empresa de ingeniería.

En su tiempo libre le gustaba salir a pasear con su perro por el campo. Fue ahí donde percibió que las semillas de arrancamoños se enganchaban constantemente a su ropa y al pelo del perro. Examinando el material a través de un microscopio consiguió distinguir distintos filamentos entrelazados terminados en pequeños ganchos, causando así una gran adherencia a los tejidos.

A pesar de la resistencia de la sociedad a esta idea, de Mestral fundó su propia compañía y en 1951 patentó el velcro. Vendiendo 55.000 km por año, se convirtió en multimillonario.

Con la ayuda de amigos que trabajaban en la industria textil, Georges de Mestral logró replicar este método de fijación con ‘ganchos y bucles’ de Nylon en el invento. Lo llamó Velcro, que es la unión de las palabras francesas velour (terciopelo) y crochet (gancho).

 Si bien ya en los años 50 lo comercializaba como el “cierre sin cierre”, tuvo que interesarse un organismo como la NASA para que finalmente el invento conquistara al mundo: en 1969, los astronautas usaron el Velcro® para asegurar los objetos dentro de la nave espacial Apolo. La patente expiró en 1978, pese a los intentos infructuosos de De Mestral en renovarla.

 El 8 de febrero de 1990 De Mestral murió en Commugny, Suiza.

Fuente: Ángel Gavín Autor del blog ‘El Miracielos’

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